viernes, 2 de octubre de 2009

Los miércoles

Miércoles.

Es un día que no tiene más renombre en sí mismo.
Un día como cualquiera, a mediados de la semana. En miércoles hay tareas que hacer, trabajos, trapicheos con apuntes, vida de facultad, regreso a casa, etc.
Miércoles puede resultarnos indiferente si no hay algo mágico en su palabra; o lo que es lo mismo, si no le atribuimos un significado.

Miércoles para mi es también un día normal lectivo como los demás, pero adquiere otro significado más allá: miércoles día de tertulia.
LLueva, truene ,esté el cielo con una calma placentera, caigan las hojas de los árboles; miércoles es un día diferente.
Cerca de las nueve, nueve y media los tertulianos se acercan religiosamente al lugar de quedada.
No es un sitio fijo, pues a veces la tragedia nos hace cambiar de lugar,
o simplemente que el otro sitio cerró por una temporada.
Es una tertulia, una tertulia literaria, pero se habla de todo. Se habla del día a día, de las anécdotas, las bromas, los escritos, los temas de actualidad.
Y todo eso en miércoles... cuando la gente anda ansiosa por la llegada del viernes, cuando hay prisas hasta para cenar y madrugar mañana...

Y nos confundimos con los demás clientes, que van al igual que nosotros a tomarse una cerveza entre amigos. Es solo eso, pero el hecho de reunirnos ya es algo más.
Faltan algunos, siempre falta gente, y de ahí la necesidad de volver,
de hablar con el que faltó y de hablar con el que también estuvo la semana pasada.
De apoyar a los poetas que publican, de leer y comprender que no todo está en la prensa,
que hay algo más allá del hecho publicitario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario