lunes, 28 de septiembre de 2009

Inicio.

Hoy todo era diferente,
inciaba todo.

Iniciaban días, momentos, reencuentros en cafetería, en el pasillo de la facultad, en las viejas escaleras desgastadas.
Y hoy estaba nublado, pero no importaba nada si el viento soplaba o si la quietud se hacía presentir.
Paco, Arturo, Carlos, Laura, Isa, Xevi... Los viejos compañeros que demostraron en todos los momentos pasados, que su presencia se hace echar de menos, que la facultad sin su presencia cambiaría de tonalidad.

Y Luna...con las buenas noticias que traía bajo el brazo,
con su sonrisa más bella,
con todo el amor por ofrecerme hoy , mañana, y todos los días que tengan que venir.

Y el otoño se acercaba lentamente,
la incertidumbre de los alumnos primerizos,
la biblioteca con las sillas aún subidas en las mesas,
los libros que soportaron más de un subrayado
y las notas en la pizarra.

Hoy todo traería un sabor a viejo y nuevo.
Sabor de la amistad,
del café con leche que aún sigue en su corcho blanco,
con los sobres de azucar,
y sus azucaradas reflexiones.

El monte seguía en su sitio.
Letras tenía un aire a bohemio y renacentista.
Sergio aportaba ilusión en su nuevo proyecto,
mis pasos se perdían por el pasillo.
Los pomos de las puertas se dejaban acariciar,
las conversaciones se dejaban abrazar...

Hoy por siempre, diferencia, añorado sabor, nueva vida.

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