domingo, 17 de enero de 2010


En la radio dijeron que saliste temprano,
la falda azul, camisa con dibujos,
el pelo negro y lacio,
la mirada de siempre.

Decían que eras alta y joven, casi triste,
que ni siquiera hablabas por no perder el paso,
que te habías marchado dela vida
por un extraño amor.

Yo sentí como un vómito, pero miré a la calle:
no era posible verte tan sola, tan distante,
tan desaparecida,
tan imposiblemente ajena del naufragio.

Sin embargo vinieron,
vinieron a mi casa a preguntar.

J.EGEA.

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